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Libro Inteligencia Emocional


Este libro de autoayuda editado por primera vez en 1995 se mantuvo durante un año y medio en la lista de los libros más vendidos del The New York Times. Este libro menciona  LA INTELIGENCIA EMOCIONAL como un concepto revolucionario, es  una de las ideas más influyentes de los últimos años. El autor sorprendido ante el efecto devastador de los arrebatos emocionales y consciente, al mismo tiempo, de que los tests de coeficiente intelectual no arrojaban excesiva luz sobre el desempeño de una persona en sus actividades académicas, profesionales o personales, Daniel Goleman autor de Inteligencia emocional  ha intentado desentrañar qué factores determinan las marcadas diferencias que existen, por ejemplo, entre un trabajador “estrella” y cualquier otro ubicado en un punto medio, o entre un psicópata asocial y un líder carismático.

 

Su tesis defiende que, con mucha frecuencia, la diferencia radica en ese conjunto de habilidades que ha llamado “inteligencia emocional”, entre las que destacan el autocontrol, el entusiasmo, la empatía, la perseverancia y la capacidad para motivarse a uno mismo. Si bien una parte de estas habilidades pueden venir configuradas en nuestro equipaje genético, y otras tantas se moldean durante los primeros años de vida, la evidencia respaldada por abundantes investigaciones demuestra que las habilidades emocionales son susceptibles de aprenderse y perfeccionarse a lo largo de la vida, si para ello se utilizan los métodos adecuados.

Es evidente los estragos que la ineptitud emocional causa en el mundo, basta con abrir un diario para encontrar  formas de violencia y degradación que no parecen responder a ninguna lógica. Hoy es tan común que un marido haya golpeado a su esposa o que tras haber sido despedido, un empleado haya entrado en su compañía armado hasta los dientes y haya asesinado a varias personas  y que decir de lo que pasa en las escuelas, agresividad y suicidios a causa del buling.

 

Estas evidencias se suman a la ola de violencia que sucede en el  planeta, al alarmante incremento de la depresión, los niveles de estrés que van en aumento y a una interminable lista de síntomas: todos ellos dan cuenta de los impulsos descontrolados en nuestras vidas y de una ineptitud generalizada, y acaso creciente, para controlar las pasiones y los arrebatos emocionales.

 

Tradicionalmente hemos sobrevalorado la importancia de los aspectos puramente racionales de nuestra mente, midiendo y comparando los coeficientes de la inteligencia humana. Sin embargo, en aquellos momentos en que nos vemos arrastrados por las emociones, cuando un chico golpea a otro por burlarse de él o un conductor le dispara a aquel que le ha cerrado la calle, la inteligencia se ve desbordada y los esfuerzos por entender la capacidad de análisis racional de cada sujeto no parecen tener mayor utilidad.

 

La abundante base experimental existente permite concluir que, si bien todas las personas venimos al mundo con un temperamento determinado, los primeros años de vida tienen un efecto determinante en nuestra configuración cerebral y en gran medida, definen el alcance de nuestro repertorio emocional. Pero ni la naturaleza innata ni la influencia de la temprana infancia constituyen determinantes irreversibles de nuestro destino emocional. Tenemos la oportunidad de cambiar el rumbo de nuestra vida con las herramientas que en este libro se muestran. La puerta para la alfabetización emocional siempre estará abierta, el tener consciencia de las emociones y dotarlas de inteligencia para vivir con una calidad de vida es al final lo que nos podrá hacer más humanos.

 


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